Nuestra Propuesta





¡Advertencia!

Esta propuesta va dirigida a:
  • Quienes desean conocer y aplicar la neurociencia como una manera de perfeccionar su práctica docente
  • Quienes mantienen abierta su mente para escuchar nuevas propuestas
  • Quienes quieren pasarlo bien en sus aulas, sin estrés
  • Quienes quieren aprender a ser inspiradores de sus alumnos
  • Quienes se preguntan luego de cada clase, ¿cómo resultó la actividad?, ¿cómo podría haberlo hecho distinto?

NO está dirigido a:
  • A quienes no fomentan la curiosidad de los niños y jóvenes conforme crecen.
  • A quienes se empeñan en enseñar, en lugar de invitar a aprender
  • A los “entregadores” de contenidos
  • A quienes no disfrutan la labor de formar y hacer crecer a otros
  • A quienes ser profesor es sólo un oficio



De modo tal que NO PIERDAS EL TIEMPO AL SEGUIR LEYENDO si buscas un blog lleno de teorías y contenidos áridos y poco prácticos.

En qué consiste Nuestra Propuesta…

(¿Dispuesto a leer sin bloqueos mentales?)

Para que el proceso formador y transformador de una actividad educativa se concrete, es necesario que exista: 
  1. Una combinación de temas requeridos y definidos como interesantes por el participante (para generar una actitud positiva hacia la formación y querer aprovechar dichas oportunidades), 
  2. Una metodología formativa atractiva, 
  3. Un formador habilidoso que cuente con los conocimientos fundamentales acerca de cómo funciona y aprende el cerebro humano: Un órgano diseñado para aprender de manera permanente.
Luego de varios años trabajando en la formación de personas estamos convencidos que un área clave que debe ser intervenida es la suma de actitudes, comportamientos y la estructura de creencias que los docentes traen consigo al momento de ingresar a nuestros procesos. Es decir, no basta con enseñarles las herramientas de conocimiento lógico que se requieren para realizar una función o tarea.

(¡grábate bien esto!)
Es importante que comprendamos un poco los hábitos de pensamiento y patrones de comportamiento que hemos adquiridos como personas participantes en una sociedad determinada. Sin duda éstos han sido resultados del modelo educativo en que estamos insertos y de los códigos sociales del medio en que nos desarrollamos desde niños y que han ido estructurando nuestra forma de pensar y actuar.

(No te salgas del texto… esta pregunta es para ti)

¿Te has preguntado alguna vez acerca del descalce que existe entre las habilidades que exige poner en práctica un proceso formativo versus el entrenamiento y patrones de pensamiento y conducta que les entregó a una persona el sistema educacional al cual fue expuesto por 8, 12 o más años de estudio?

¿Cuál ha sido este modelo educacional?

Seguimos utilizando un modelo que responde a una necesidad impuesta por la Revolución Industrial que requería masificar la educación, con el objeto de formar trabajadores que fuesen capaces de suplir la necesidad creciente de mano de obra administrativa, estructurada y estandarizada. Por consiguiente, se basó en habilidades lógicas, como el lenguaje, las matemáticas y las ciencias. No era necesaria la creatividad sino la capacidad de incorporarse eficientemente a procesos productivos en marcha.

Hoy la sociedad y el sistema económico reciben esa herencia de personas formadas en general con poca iniciativa y baja creatividad. Por el contrario, han aprendido a cumplir instrucciones de manera bastante eficiente… pero sólo si se las indican o si la figura de autoridad está presente.

Entonces, ¿cómo formar personas con motor propio?, ¿cómo contar con personas que hagan lo que tienen que hacer porque están convencidos de ello?, ¿cómo motivarlas a aprender y que este aprendizaje se traduzca en cambios conductuales sostenidos en el tiempo?...

¿Por qué Neurociencia Aplicada?
Porque utilizaremos el conocimiento que la neurociencia ha aportado acerca de cómo funciona nuestro cerebro, para entender cómo se conformaron nuestros patrones de pensamiento, nuestras formas de entender y enfrentar el mundo, nuestros hábitos y comportamientos.
La buena noticia es que la misma neurociencia nos indica qué podemos hacer para rehacer las redes neuronales sobre las que se sostienen hábitos que deseamos modificar, potenciar o definitivamente eliminar para poder emprender con mayor éxito.

Metodología utilizada

Nuestros  programas utilizan la Metodología Green Apple ®, la cual se fundamenta en principios de aprendizaje basados en la neurociencia cognitiva. Ello permite lograr un justo equilibrio entre la capacidad de enfocar la atención en un aprendizaje y alcanzar un contrato emocional por medio del cual  el alumno en su libre albedrío decide aprender.

La capacidad de enfocarnos nos la da nuestro lóbulo frontal del  cerebro. El cerebro registra, percibe del orden de 400.000 millones de bits por segundo, pero este sólo procesará en cada segundo 2.000 de esos bits. La clave es cómo hago que el cerebro se enfoque en esos 2.000 bits por segundo.

Por ello esta metodología utiliza elementos que promueven la generación de ambientes formativos poliestimulados.

Mientras ese conocimiento no sea asimilado de manera eficaz en nuestro cerebro (redes neuronales) no se producirá el aprendizaje efectivo, entendido este como una evolución de la persona de modo que se traduce en nuevos comportamientos y actitudes.
  
En efecto para crear y reforzar nuevas redes neuronales con alta conexión entre ellas que impliquen adoptar un nuevo aprendizaje capaz de modificar tus comportamientos y tus pensamientos (en consecuencia, nuestra realidad) promovemos en la formación de las personas tres condiciones fundamentales:

1.  Capturar la atención del participante durante el aprendizaje (para ello las metodologías actuales nos entregan muchas alternativas)
2.    Darle a la información nueva un alto valor emocional. Es decir, que al participante “le den ganas de aprender”
3.    Generar un ambiente de aprendizaje con una alta carga de dopamina, un químico emitido por el cerebro ante una experiencia agradable y que ayuda a fijar la información en las redes neuronales.